REPORTAJE

Marruecos: la "ciudad azul" Chefchaouen

25 mayo 2020

Paredes azules. Puertas azules. Escaleras azules. Chefchaouen es un sueño en azul de las 1001 noches. Un espectáculo en azul.

Llegada en curva

La ciudad se levanta sobre una montaña. Los pantanos reflejan la luz  del sol. Pasamos junto a puestos callejeros, desde cerámica hasta cebollas. La carretera, llena de curvas, está flanqueada por olivos y cactus.

Estamos en ruta por el norte de Marruecos. Nuestro destino: Chefchaouen, 65 kilómetros al sur de Tetuán. Por encima de la ciudad se levantan dos impresionantes cimas llamadas “los cuernos”.

Una mágica oleada de color

Chefchaouen se adentra de forma mágica en una marea de color. Por todas partes resplandece el azul. En las casas de arriba abajo. Puertas, ventanas, rejas. Azul claro, azul oscuro, azul cielo.

¡Qué cantidad de pintura ha debido hacer falta aquí! “La gente da una mano de pintura a sus casas dos veces al año aquí” nos cuenta el guía Aalae. También mantienen todo limpio. Aalae no ve ninguna simbología en la pintura azul. Pero hay otras opiniones: el cielo, el mar Mediterráneo, el origen de la vida. “es todo mentira” niega Aalae. Su explicación es simple; así el antiguo blanco de las casas no molesta en los ojos bajo el intenso sol de Marruecos. Para esto habría otros colores apropiados “pero no está permitido”, dice Aalae.

Paseando por el centro histórico de la ciudad

Dejaos llevar por la encrucijada de calles de la parte antigua, de la Medina. Sin plan, pero siguiendo el instinto. Aalae nos explica: las calles con el suelo azul son, normalmente, calles sin salida.

Chefchaouen fue fundada en 1471 por los musulmanes que habían huido de España. Esto explica los nombres españoles de las calles.

El color azul es la característica de Chefchaouen, su distintivo: la atracción turística. No faltan las tiendas y un comercio muy próspero. Encontramos marroquinería, joyería en plata, mantas, alfombras. La “Asociación de artesanos ciegos” está especializada en tejidos hechos con lana de oveja y cordero.

Fotos que parecen cuadros

No tendréis tiempo ni de guardar la cámara de fotos o el móvil. La sucesión de motivos y rincones idílicos es fantástica. Cada foto se convierte en una postal, un poema, un cuadro.

La ropa colgada destaca sobre las paredes azules. Las escaleras también están pintadas de azul. Las macetas decoran las fachadas azules. A veces se ve un perro dormitando, a veces cruza un gato corriendo.

Las atracciones más importantes son las callejuelas como Hach Mujtar, Sidi Buchoka, Entre Acequias y El Asri. Algunas son tan azules que resultan ilusorias.

Blick
Vista desde la parte antigua de Chefchaouen hacia las montañas

Una ilusión genial

Las casas del casco histórico tienen muros gruesos que cumplen con un doble objetivo. En verano irradian frescor al interior. En invierno protegen del frío exterior. Según nos cuenta Aalae, en la medina no hay calefacciones. Y eso que las temperaturas en invierno pueden bajar hasta los cero grados. Aalae conoce también las miradas detrás de las fachadas,  “muchos parecen modestos desde fuera”, nos dice, “pero dentro muchas veces es muy distinto”. Una ilusión excepcional. Haya prosperidad, patios frescos, fuentes.

Aceite de oliva en botellas de Coca-Cola

La medina no sólo es lugar para visitantes. Casi la mitad de los 45.000 habitantes de la ciudad vive aquí. Aquí sigue la vida cotidiana. Los niños corretean alrededor. La furgoneta de reparto se las arregla para pasar por milímetros por las callejuelas. La pequeña panadería está abierta desde tiempos ancestrales. Aún hoy siguen horneando los panes de pita en el horno de leña. Un vendedor ambulante ofrece higos secos y aceite de oliva de su propia cosecha. El aceite está embotellado en botellas de Coca-Cola.

Los colores en el pequeño jardín de la Alcazaba

En algún momento llegaréis a la plaza central Outa Hamam. Allí hay varios restaurantes y están la mezquita y el fuerte histórico, la Alcazaba.

Nuestro consejo: recorrer todo el perímetro de la Alcazaba hasta llegar al otro lado. Así llegaréis al pequeño jardín. Aquí los bancos invitan a hacer una pausa con la vista hacia las montañas. El color marrón de la piedra de los muros contrasta con el azul que hemos dejado atrás. A cambio resplandecen los arbustos en verde, amarillo, rojo, violeta.

schönste Altstadtgasse
Una de las callejuelas más bonitas de la parte antigua de Chefchaouen