REPORTAJE
Cultivo de tabaco en Alemania
Febrero 2022
¿Cultivo de tabaco en Alemania? Eso no existe —es lo que uno puede suponer. Pero sí, existe. Y además desde hace casi 450 años, en el Sur del Palatinado (Südpfalz)
“Yo llevo el tabaco en la sangre” dice el productor de tabaco Marcus Fischer, que hace muchos años relevó a sus padres en la plantación familiar. Él vive en el pueblo de Hördt y tiene que hacer un largo recorrido para visitar todas las parcelas que están diseminadas por el territorio. Ahí están las plantaciones de tabaco y uno se siente de pronto transportado al Caribe. Por eso se le conoce a veces como la “Pequeña Cuba”. No obstante, esta comparación no hace justicia a la realidad, como aclaramos al final de este artículo.
Hojas de tabaco en almacenes de secado
Antiguamente se ponían las hojas de tabaco, recogidas entre julio y octubre, a secar en cobertizos de madera. Ahí se colocaban ensartadas en sirgas y se secaban al aire. Esto pasó a la historia hace mucho tiempo. Hoy en día las hojas se meten durante una semana en hornos de secado y de esta forma pierden una gran cantidad de humedad. “Entran tres toneladas de hojas y salen 300 kilos; todo lo demás es agua” —dice Fischer, el dueño de la plantación. Al final del proceso las hojas verdes se vuelven de color amarillo limón. Después van a una empresa de cigarrillos en Lübeck, norte de Alemania, para “desaparecer en una mezcla”, dice Fischer.

Consejo: La ruta del tabaco
Hatzenbühl es ideal para el descubrimiento del mundo del tabaco porque justamente en este lugar están las raíces del origen del cultivo de tabaco en Alemania. El pionero fue el cura, que en 1573 plantó por primera vez tabaco en el jardín de su casa junto a la iglesia. ¿Por qué? Para saberlo hay que remontarse a la historia. Después del descubrimiento de América de Cristóbal Colón en 1492 llegó el tabaco a Europa. Aquí se empezó a cultivar primero como planta medicinal y decorativa.
La ruta del tabaco atraviesa Hatzenbühl y es un recorrido de casi dos kilómetros que se pueden hacer a pie o en bicicleta. El punto de inicio es en el jardín parroquial de la iglesia de Sankt Wendelin. Las paradas son plantaciones de tabaco ejemplares, cobertizos de secado históricos y paneles interesantes. Aquí vais a conocer todo sobre el año vegetativo del tabaco, las clases de tabaco y su uso. Incluso se corona cada año a una reina del tabaco de Hatzenbühl.
Los inicios con 500 productores
“En los años 60 había en Hatzenbühl 500 productores de tabaco” —nos cuenta Ernst Wünstel, fundador de la Asociación de la Ruta del Tabaco en Hatzenbühler. Con la supresión de las subvenciones de la Unión Europea se produjo una caída de la producción en la región. Hoy en día se limita a dos explotaciones en Hatzenbühl. Una de ellas la gestiona Markus Seither, cuyo tabaco, de la clase Virgin, se comercializa para shisha, como la mayoría de la producción del Palatinado Sur.









Consejo: La Ruta del Tabaco en bicicleta
¿Qué os parece un poco de actividad? Hatzenbühl está dentro de una ruta del tabaco en bicicleta („Tabaktour”) de 40 kilómetros. Así llegaréis también a Hayna. Este lugar es el mejor sitio para conocer desde fuera los históricos almacenes de secado. Un auténtico museo al aire libre. Hay catalogados en este pueblo unos cien secaderos de tabaco. Podéis visitarlos en la calle Kapellenweg: construcciones robustas con madera oscura, generalmente alerce, alternando con ranuras de ventilación. Los cobertizos de secado son por un lado el símbolo de la zona, pero a la vez representan un problema. Los dueños se quejan de los enormes costes que conlleva su mantenimiento. Los techos están a expensas de los vientos. A menudo hay que cambiar tejas y arreglar canaletas de lluvia. Mientras los cobertizos no están vacíos se utilizan también como garaje para tractores y autocaravanas. O como almacén para trastos, leña y material de construcción. Al historiador Florian Metz, que vive en Hayna y que es quien abre las puertas de los cobertizos durante las visitas guiadas, le gusta la iniciativa de presentar estas construcciones como Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
Un desvío hasta la granja de avestruces
El tour en bici „Ruta del tabaco“ no pasa solo por campos de tabaco. También hay campos de cereal, zanahorias, maíz y frutales. Os animamos a incluir también un desvío para visitar la granja de avestruces Mhou. Ahí se pavonean las avestruces como en Sudáfrica. Y los polluelos conquistan el corazón de grandes y pequeños.
Parada en Herxheim
Otra parada en la ruta en bicicleta: Herxheim. En el centro del pueblo hay una escultura con motivos relacionados con el tabaco, en la que las plantas de tabaco parecen casi un bosque de palmeras.
Interesante, aunque reducida, es la sección dedicada al tabaco en el museo de Herxheim, con carteles antiguos, agujas en las que se ensartaban las hojas de tabaco y más información interesante. No fue hasta la Guerra de los Treinta Años, entre 1618-1648, cuando se puso de moda fumar tabaco en Alemania. Esto fue introducido por los soldados que fueron llegaron. Al crecer la demanda aumentó también la producción. La zona ideal era la llanura del Rin en el Palatinado, con un suelo rico en humus, arena y arcilla. Otro factor que favorece la producción es el clima soleado.
Esto evoca su apodo “Pequeña Cuba”. La comparación con la isla caribeña cojea, y mucho. Aquí no estamos en el trópico. Falta el mar. Y aquí viven personas de tez clara. ¿Qué dice el profesional de la producción de tabaco Markus Fischer sobre la comparación con Cuba? A ese respecto no tiene dudas: “Aquí en Alemania estamos controlados de la A a la Z”
Extrañas experiencias
Un pequeño epílogo. Durante nuestras indagaciones y descubrimientos hemos tenido una experiencia curiosa. Tanto los productores de tabaco, como la reina del tabaco o los miembros de la asociación Hatzenbühler Tabakrundweg: todos son no fumadores.
Fischer nos cuenta qué más se puede hacer con el tabaco: “En casa colocamos las hojas de tabaco en los armarios, así evitamos las polillas”.